jueves, 16 de abril de 2009

“La política de los dos Estados en Palestina ha fracasado”

Crónica del acto de Leila Ghanem (periodista, PC Libanés) i Ali Fayyad (investigador, Hezbollah), de gira por el Estado Español en apoyo a la lucha del pueblo palestino, realizado en la Casa Palestina de Barcelona el 28 de marzo.
Líbano 2006 y Gaza 2009, derrotas del imperialismo
Ali Fayyad expuso en su intervención el papel clave que juega el conflicto de Oriente Medio en el impulso de la lucha internacional contra el capitalismo mundial. En su opinión, actualmente se ha dado un cambio en la correlación de fuerzas en la zona, producto del fracaso de Israel en su intento de aplastar a Hamas en Gaza, precedido del fracaso anterior de su ataque contra Hezbollah en el sur del Líbano. Hamas habría salido reforzada y en el Líbano todas las previsiones apuntan a que Hezbollah podría obtener una mayoría absoluta en las próximas elecciones. Tampoco el imperialismo norteamericano ha logrado paralizar el programa nuclear iraní. A ello se añadiría la debilidad creciente de los gobiernos árabes títeres de la zona (Egipto y Arabia Saudí) con una fuerte respuesta social por su política proimperialista.
En relación a la Unión Europea, Fayyad señaló diversos “errores”: considerar terrorista a Hamas, que habría obtenido el poder mediante elecciones, ignorar la influencia islamista en el mundo árabe, profundizar su alianza con los gobiernos títeres árabes e integrarse en la política norteamericana en la zona.
En su opinión, la izquierda europea debe entender la diferenciación entre el movimiento islámico de resistencia y los movimientos fundamentalistas. El movimiento islámico de resistencia no es un proyecto fundamentalista y su objetivo sería resistir al imperialismo y acabar con la ocupación militar. Hezbollah tendría como objetivo liberar el territorio ocupado y apoyar la lucha del pueblo palestino, por un lado, y mejorar y cambiar el sistema político libanés, luchando contra el sectarismo. Para ello estaría tejiendo una red de alianzas con la izquierda libanesa y los partidos no islamistas (nasseristas, nacionalistas árabes, comunistas).
Fayyad insistió en que los partidos islámicos de la resistencia no ven problema alguno de tipo civilizatorio con occidente. El supuesto conflicto de civilizaciones sería una estratagema del imperialismo en la etapa de Bush hijo para azuzar el enfrentamiento --como si el conflicto fuera entre musulmanes, judíos y cristianos-- y aislar al movimiento de resistencia. El problema sería que tanto el gobierno de EEUU como los gobiernos europeos estarían prestando un apoyo total a Israel en la ocupación del territorio palestino. Fayyad apeló al apoyo de la izquierda europea a la resistencia islámica en Oriente Medio, con iniciativas comunes como las del Foro Internacional de Beirut.
Responsabilidad europea
Leila Ghanem, por su parte, subrayó que la ofensiva imperialista en la zona continúa y que, pese a la victoria reciente, no compartía el optimismo de su compañero de acto. En su opinión, es necesario continuar la lucha armada para derrotar el proyecto imperialista. Leyla situó el conflicto palestino y del pueblo árabe como parte de la crisis estructural global del capitalismo, que agrede tanto a los pueblos (Palestina, Iraq…) como a los trabajadores y sus conquistas sociales también en Europa y en otros lugares del planeta.
Insistió también en que, asociando al islam con el terrorismo y la violencia, el imperialismo pretende desacreditar a la resistencia y apostar por las fuerzas moderadas que le son afines. La crisis fomentará más la guerra, con elevados presupuestos militares (el presupuesto de EEUU hasta el 2010 es de 526.000 millones de dólares) y un mayor protagonismo de la OTAN, a través de la cual Obama pretende una mayor implicación europea.
Para Leila, Europa tiene una responsabilidad directa en el nacimiento del Estado de Israel y apoya política y económicamente al Estado sionista. La solidaridad desde Europa debería centrarse en exigir a los gobiernos la ruptura de relaciones y en pasar de prestar ayuda humanitaria a una lucha más política. Leyla denunció que mientras Europa nunca presionaba por el cumplimiento de las resoluciones de la o­nU, incrementaba el estatuto de relaciones privilegiadas con Israel.
En relación al Foro Internacional de Beirut de enero pasado, Leyla insistió en que se trata de una misma lucha global contra el capitalismo internacional y la violencia que éste ejerce tanto contra los pueblos como contra la clase trabajadora de sus propios países, como muestra la creciente pobreza y exclusión de gran parte de la población norteamericana. El Foro de Beirut supuso la convergencia de la resistencia anticolonial y del movimiento antiimperialista y social contra el capitalismo.
Tras las dos exposiciones se abrió un turno de palabras que permitió clarificar algunos puntos interesantes y polémicos.
Fracaso de la política de los dos Estados
Fayyad insistió en que la resistencia islámica no excluye a los sectores marxistas o de izquierda y señaló que Hamas ha desmentido que pretenda aplicar la “sharia”, una afirmación que buscaría desacreditar a Hamas. Criticó a Al Qaeda y a los talibanes por considerar que sus métodos no son útiles para luchar contra el imperialismo. Sobre el programa de un hipotético futuro gobierno de Hezbollah y sus aliados en Líbano se limitó a señalar que sus objetivos serían proteger a la resistencia y mejorar las instituciones y la política libanesas. En relación al papel jugado por la ANP en relación a la agresión israelí contra Gaza, Fayyad se pronunció a favor de un gobierno de Hamas con Fatah argumentando que la división palestina favorecería al imperialismo. Sobre la política imperialista/sionista de los dos Estados en Palestina señaló que se trataba de una política fracasada y que había que pensar en un solo Estado.
Mahmoud Abbas y la ANP cómplices
Leila por su parte insistió en el papel de las multinacionales como Monsanto en la destrucción de la biodiversidad y de la agricultura de la zona (Egipto…). Puso como ejemplo la introducción de 50.000 toneladas de semillas genéticamente modificadas en Iraq.
Fue contundente en la denuncia del papel del presidente de la ANP Mahmoud Abbas en la complicidad con la agresión sionista, declarándole la guerra a la resistencia palestina cuando su deber era proteger a su pueblo. Aclaró también que, como el 90% de los palestinos, considera inviable el planteamiento de dos Estados, señalando el fracaso de todos los acuerdos de paz, desde el ya remoto de Camp David que ahora cumple 30 años. Subrayó asimismo el papel subordinado a Israel y el imperialismo de los gobiernos títeres árabes como Egipto que garantizan mercados para la exportación de productos israelíes.
Finalmente el acto concluyó con el agradecimiento a los dos ponentes y el llamamiento a proseguir la solidaridad con el pueblo palestino.